EL VIAJE DE OPHERUS…
…es el diario de una peregrinación que dura toda una vida, desde un punto de vista mortal; los apuntes recogidos a partir de experiencias del camino. Es el recorrido de cada uno de nosotros por este mundo material pero visto a través del prisma de la filosofía esotérica, del conocimiento oculto. Es el desarrollo de nuestro yo interno, espiritual, la esencia inmortal que se forja en el fuego de las vivencias terrenales con el fin de regresar a la matriz, a la fuente de todo una vez consumado el aprendizaje.
Este es un viaje personal, subjetivo, que se realiza en la soledad más absoluta y que es inevitable para todos nosotros.
Y como en cualquier viaje o peregrinación, en determinados momentos buscamos señales, guías, hitos en el camino para saber por dónde hemos de llevar nuestros pasos. De hecho, algunos ya nos hemos preguntado cuál es la finalidad de nuestro viaje, pregunta que indefectiblemente conduce a la de quiénes somos.
En teoría es la religión la disciplina que nos debería de dar las respuestas a todas las cuestiones e inquietudes de nuestro peregrinar, de darnos ánimo para afrontarlo, pero pronto nos percatamos de que el conocimiento que de verdad anhelamos se oculta tras el velo de la «verdad de fe», el punto donde comienza la confianza ciega. Así que los que no logramos saciar nuestra alma llegado este punto hacemos lo posible por retirar ese velo, y entramos en el terreno de lo gnóstico, lo oculto, la ciencia vetada.
A partir de aquí el sendero se torna difuso y el avance requiere de todo nuestro esfuerzo y dedicación. Deberemos extremar la precaución, ya que hemos entrado en un paraje desconocido para la ciencia ortodoxa; aquí el conocimiento y el saber son instintivos más que razonados. Y puesto que es así, aprenderemos a funcionar con un sexto sentido que compense la falta de infalibilidad del resto.
Hemos de decir que el viaje de Opherus es intemporal, es como el río de Siddharta en continuo fluir, así como la sabiduría oculta fluye desde la más oscura antigüedad. Los aspectos teóricos de dicha sabiduría probablemente ya están plasmados en los libros desde hace mucho tiempo, y se podría inferir de esto que hoy en día al vivir en una sociedad de la información-comunicación, donde cualquier conocimiento está al alcance de nuestra mano con extrema rapidez, el conocimiento oculto debería estar ya completamente desvelado y asumido. Sin embargo, esto no es así en absoluto, ya que podemos observar en el día a día cómo los valores espirituales a los que la sabiduría clarificadora nos debería conducir se derrumban a nuestro alrededor, se manipulan, se tergiversan y se vulgarizan; aparentemente, el velo de Isis ha sido arrancado y detrás no hay más que fábulas y leyendas, restos arcaicos de civilizaciones y cultos cuyo esplendor ya se apagó hace mucho tiempo, creencias vacías…
¡Que los buscadores honestos estén tranquilos! Porque el verdadero conocimiento oculto permanece intacto y puro para quien lo precise y se haga digno de el, las señales en el camino del peregrino siguen ahí para quien las quiera sinceramente ver, como ha sido siempre.
Desde aquí intentaremos dar un punto de vista serio e inquisitivo al estudio de las ciencias herméticas, aportando literatura, ideas y comentarios para tratar de hacer acopio de esa sabiduría que, si hemos de hacer caso a los maestros e iluminados que nos precedieron, nos llevará al conocimiento de nosotros mismos y de la verdadera naturaleza de lo que nos rodea. Es el viaje de Opherus…